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  • Foto del escritorM. Tulia Pérez Bocanegra

“MANOS QUE BORDAN, QUE HURDEN Y TEJEN”.

Actualizado: 11 ago 2022

Las mujeres mayas de Campeche, herederas y portadoras del legado maya artesanal. #tradicionesmayas #bordadosmayas #mujeresmayas

Texto y fotos: Maira Tulia Pérez Bocanegra.



La península de Yucatán, cuna de la cultura maya que ha traspasado fronteras y es reconocida mundialmente debido a sus costumbres y tradiciones. Entre ellas destacan las artesanías campechanas del Camino Real, patrimonio cultural que ha sido motivo de orgullo y admiración en nuestro país.

La ruta del Camino Real

La villa de Calkiní al igual que las comunidades de Bécal, Dzitbalché, Hecelchakán y Tenabo, del estado de Campeche; así como Halachó, Maxcanú, Chocholá y Umán, del estado de Yucatán, se encuentran ubicadas dentro del denominado Camino Real.


La artesanía y su legado ancestral.

En la comunidad maya Santa Cruz Ex Hacienda, Calkini, la mayor parte de sus pobladores, en su mayoría mujeres, están dedicados al trabajo de las artesanías como son el tallado de piedra y la madera; el bordado de blusas, hipiles y el tejido del jipijapa.

Las mujeres mayas con sus manos tejedoras y creativas han dado forma a sombreros, aretes y pulseras de jipijapa. Labor que heredaron de sus padres y que generalmente realizan en familia, por lo que es común ver a la hija, madre y abuela realizando esta actividad artesanal con amor y respeto a sus tradiciones. Aún y en tiempo de pandemia o cuando han habido pocos recursos.



Artesanas del jipijapa


Isolina cuenta que todos los días aprende algo nuevo por lo que escucha atentamente las indicaciones de su mamá Amalia y su consuegra Elsy cuando están trabajando en el patio de su casa. Ella espera poder enseñarle a sus hijos y transmitirles este bello arte pues considera que es parte de su historia y de quiénes son. La familia Chi Uicab, todos los días abren su tienda de artesanías que sacaron con esfuerzo y con cierto apoyo del gobierno para el mejoramiento de sus instalaciones.






El arte del bordado y urdido de hamaca en Dzitbalché.


En el poblado de Dzitbalché, Campeche,vivedoña Ernestina Puc Che, quien a la edad de 18 años comenzó el arte del bordar y un nuevo mundo se abrió ante sus ojos. No fue su abuela, madre o tía quienes le enseñaroneste oficio, aprendió la técnica observando a sus cuñadas y vecinas cuando se escapaba de casa. Cuarenta y cuatro años pasaron y gracias al arte que poseen sus manos y su mente creativa, pudo aportar al gasto de la casa y sacar adelante a sus siete hijos.



La viuda Ernestina además de producir, hoy se encarga de vender la ropa elaborada y bordada por ella, además de las hamacas que ella también urde; ante la dificultad por vender lo que fábrica, lleva pepitas, cacahuate, jugos concentrados a la capital y que ella misma cosecha. Considera que cada vez se hace más difícil esta tarea debido a su edad, además que trabaja con sus propios recursos. Ella le ha heredado el arte de bordar y de tejer hamacas a una de sus cuatro hijas y espera que se convierta en un legado familiar maya.


Blusas e hipiles en Pomuch.


En el poblado de Pomuch, Hecelchakán, se encuentra la señora Rosario Pool Palma, quien tiene 45 años como artesana maya. Ella aprendió de su mamá y ahora su hija Fátima es quien hereda esta honorable tradición; la enseñanza y la destreza de este arte lo señalan como “obra divina” porque jamás han tomado cursos. Ellas son las únicas en la familia de cuatro miembros dedicadas a este arte y gracias a su dedicación y trabajo han pagado los estudios de licenciatura de dos hijas.


Madre e hija elaboran paños bordados y pintados para las tortillas y los paños especiales que vestirán y arroparán a los fieles difuntos como parte de la tradición del “Día de Muertos”. También blusas con hilo de punto de cruz y las más demandadas son las de bordados campechanos. Esta última le lleva el tiempo de un mes confeccionarla por los meticulosos detalles que conllevan; en la blusa se puede observar a la mestiza con su rebozo, sus aretes, alpargatas, pañuelo y demás.


Se especializan en la fabricación de los tradicionales hipiles y guayaberas campechanas. Para hacer un hipil bordado a mano con su fustán tipo terno, le lleva un tiempo de elaboración de 6 meses. Emplea la máquina de coser de pedal y generalmente bordan flores, pájaros y todo tipo de representaciones de la flora y fauna local.


Ernestina, Rosario, Fátima y la familia Chi Uicab, forman parte de las mujeres indígenas del Camino Real, que son portadoras del legado maya artesanal y mantienen viva la tradición del arte del bordado y del tejido del jipijapa, patrimonio cultural y material del estado de Campeche.


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