VIDA COTIDIANA EN LA ZONA MAYA ANTE EL COVID
- M. Tulia Pérez Bocanegra
- 14 dic 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 ago 2022
La señora María Porfiría Aké Chim tiene 82 años de edad y es “la cabeza” de la familia Aké. Hoy en día doña Mary, se enfrenta a un panorama muy distinto al de sus ancestros mayas, el de vivir una pandemia mundial.

Hampolol es una localidad rural ubicada a 20km del municipio de Campeche y cuenta con 1,500 habitantes.Aún con la cercanía a la capital del Estado conserva un entorno natural y tranquilo.

Los lugareños siguen el protocolo de salud por lo que hasta el momento se reportan cero casos del coronavirus (Covid-19). Por esta razón, los hampolosenses se sienten seguros y continúan realizando sus actividades diarias pero con precaución. Sólo cuando van por víveres portan el cubre bocas. El nieto mayor de Doña Mary es quien hace la compras de los víveres.

La familia Chim, es una de las pocas que aún vive en casa de techo de huano, paredes de barro y piso de tierra como solían vivir los mayas precolombinos. Doña Mary comparte su terreno con sus tres hijos y doce nietos.

Ante la contingencia la familia trata de adaptarse y continuar sus actividades diarias como las clases en línea que toman sus nietas y que hacen lo propio por cumplir con las tareas.

Por otro lado, dicen no poder darse el lujo de dejar de trabajar por lo que todos continúan trabajando en el poblado. Su principal fuente de ingresos, y en el que participa todos los miembros de la familia, es la elaboración de piñatas.

Anualmente elaboran 500 piezas y el proceso inicia en el mes de mayo, antes de la temporada de lluvia pues la humedad dificulta su elaboración; finaliza con su venta en las fiestas decembrinas.

Comments